jueves, 18 de agosto de 2011

LA IGLESIA CELULAR 1


I. ¿QUÉ ES UNA IGLESIA?
A. ¿Un edificio?
B. ¿Un grupo ajeno a la persona? ¿Una autoridad eclesiástica?
C. ¿Una autoridad nacional?
D. Es un grupo de personas


II. TIPOS DE IGLESIA EN EL SIGLO XXI
A. Iglesia celular "pura" 


B. Meta - iglesia 


C. Iglesia que enfatiza el evangelismo


D. Iglesia de apoyo


E. Iglesia tradicional


F. Iglesia con grupos pequeños 


Una cosa es una iglesia de células y otra cosa es una iglesia con células.



III. LA HISTORIA DE LA IGLESIA
A. La iglesia pura, Jesús invierte su vida en los discípulos

B. La iglesia durante el tiempo del emperador Constantino


C. La iglesia católica


D. La iglesia reformada


E. La iglesia de avivamiento


"Nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden;pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar".
Marcos 2:22


EL CRISTIANISMO:
En Jerusalén: un estilo de vida
En Roma: una institución
En Europa: una cultura
En América: una empresa


"... edificaré mi iglesia..."
Mateo 16:18



IV. LA IGLESIA PRIMITIVA
A. No había edificios refinados
B. No había jerarquías
C. No había seminarios teológicos
D. No había universidades cristianas
E. No había Escuelas Dominicales
F. No había coros
G. Lo que había eran pequeñas comunidades
H. No había siquiera un Nuevo Testamento
I. Había compañerismo: Juan 13:34 - 35


El mejor miembro de la iglesia tradicional de hoy: el que asiste a todas las actividades
y programas de domingo a domingo, diezma, se sienta en los bancos del templo y "no
molesta" dejando a los "profesionales de la religión" hagan su tarea.


J. Referencias bíblicas:
a. Hechos 2:46 - 47
b. Hechos 17:5 - 9, la casa de Jasón
c. Hechos 18:7, la casa de Justo
d. Hechos 21:8, la casa de Felipe
e. Hechos 16:114 y 40, la casa de Lidia en Filipos
f. Aquila y Priscila
g. 1 Corintios 1:16; 16:15 - 17, la casa de Estéfanas
h. El aposento alto, la casa de la mamá de Juan Marcos

miércoles, 15 de diciembre de 2010

LA MULTIPLICACION ¿ALEGRIA O TRISTEZA?

Cuando una célula llega al punto de la multiplicación debe dividirse para dar paso a una nueva célula joven que continuará con el proceso de expansión del evangelio.
Sin embargo, algunas veces la multiplicación puede ser motivo de tristeza para los miembros de la célula. Ellos saben que deberán tomar rumbos diferentes personas que un por un tiempo convivieron fomentando una relación de amistad mutua. Esta tristeza puede incluso llegar al extremo de convertirse en una barrera para la multiplicación cuando los miembros desean continuar su compañerismos de manera indefinida.
Para que la multiplicación sea una alegría y no una tristeza, se debe sembrar en el corazón desde un principio que la meta de toda célula es la multiplicación. La comunión no es el fin último. Cuando la multiplicación se coloca como la meta principal las personas desarrollarán una expectativa por alcanzar ese momento.
El día de la multiplicación debe ser de alegría y de felicitaciones mutuas. La multiplicación debe ser vista por lo que es: la expansión del mensaje de salvación entre los perdidos. Aquellos que experimentan resistencia a la multiplicación por causa de la comunión desarrollada son los que no tienen una claridad de los fines reales del modelo celular.

DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN AL SEÑOR

Al examinar nuestra experiencia previa en el trabajo con niños en las casas tuvimos otro descubrimiento importante. Sucedía que la asistencia de adultos y la de niños era casi igual en las células de adultos y en las reuniones en un lugar de la casa para entretener a los niños mientras sus padres estaban en la reunión de célula.
La lógica suponía que por cada célula de adultos había una reunión en algún rincón de la casa para los niños. Pero, al hacer un censo nos encontramos con la sorpresa que solamente la mitad de las células de adultos tenían una reunión aparte para entretener a los niños.
Eso nos llevó a comprender que mientras la asistencia promedio a las células era de 9 adultos, en las reuniones de niños el promedio de asistencia era de 19. Ese fenómeno sólo podía explicarse por la naturaleza infantil que es más sensible a las cosas de Dios. Sin hacer un esfuerzo específico los niños habían estado asistiendo entusiastamente a las reuniones por iniciativa propia.
Es importante aclarar que al principio de nuestro trabajo celular no contábamos la asistencia de los niños ni la incluíamos en nuestras estadísticas. Consecuentemente, los líderes se concentraban en los adultos y no ponían mayor atención a los niños.
Entonces nos preguntamos: Sin hacer un esfuerzo los niños quieren venir al Señor ¿qué sucedería si hacemos un esfuerzo por alcanzarlos? También nos preguntamos ¿Por qué no contarlos e incluirlos en las estadísticas? ¿Acaso no son seres humanos necesitados de salvación?
Así nos lanzamos a la tarea, de trabajar con Clubes infantiles y lograr rescatar la nueva generación para Cristo.

EL TIEMPO QUE CONDUCE A LA INTIMIDAD

Además de un número reducido de personas y de la práctica del amor como elementos facilitadores de la intimidad es posible añadir un tercer elemento: el tiempo.
Al examinar los relatos del libro de Los Hechos sobre la primera iglesia es evidente que los cristianos se reunía en las casas no solamente una vez por semana sino que todos los días (Hch. 2:46; 5:42). Y no solamente era una reunión ocasional y breve sino que compartían los alimentos comiendo juntos diariamente.
Obviamente, no se trata de trasladar la cultura mediterránea del siglo I al mundo occidental del siglo XXI; pero, sí es importante aprender la lección de cómo el establecer relaciones de amistad con otros cristianos o nuevos convertidos es un esfuerzo que demanda tiempo. Ese esfuerzo poseía un lugar esencial en la vida de los primeros cristianos.
La organización geográfica del trabajo celular puede ser un factor que facilite la interacción entre miembros de una célula. Ellos pueden tener comunión no solamente durante la reunión de célula sino en el diario vivir. Solamente llegan a conocerse las personas que se compenetran. Y solamente se logran compenetrar quienes reservan tiempo para ese propósito.

DE REGRESO A LAS CASAS


En la actualidad nos hemos acostumbrado a dividir nuestra vida entre aspectos espirituales y seculares. Una división totalmente ajena a las enseñanzas de las Escrituras.
Dentro de esa lógica, construimos edificios de culto para Jesús en tanto que nos vamos a vivir a nuestras casas. De esa manera establecemos la separación entre lo que ahora llamamos la vida espiritual y la secular. La vida espiritual son las visitas que se hacen al edificio de culto en tanto que la vida secular es todo lo demás que se hace fuera de ese edificio.
En la iglesia de los primeros siglos no era así. La iglesia no tenía edificios para el culto sino que utilizaba las casas de los cristianos. Así, la iglesia estaba unida vitalmente con lo que se consideraba el centro de la vida: el hogar.
El regresar la iglesia a las casas es un importante paso en la comprensión de la verdad que Jesús debe estar en el centro de nuestras vidas de manera permanente. No podemos escabullirnos de él ni hacer nada que escape a su incumbencia. Él es el Señor de nuestra vida y no de un par de horas a la semana.
¿Le ha ayudado el trabajar con células a vivir esa verdad?

OBSTÁCULOS PARA LA MULTIPLICACIÓN

Los dos grandes obstáculos para lograr la multiplicación celular son la falta de evangelismo y la falta de líderes. Cuando los miembros de una célula descuidan la dimensión evangelizadora pronto se encontrarán atrapados por dinámicas internas que los harán olvidarse de los perdidos.
El aspecto evangelizador se pierde cuando la célula es vista solo como una reunión para tener comunión o para la edificación de los cristianos. Esos dos elementos son importantes pero deben balancearse con la evangelización. Si el evangelismo es dejado de lado, la célula perderá vitalidad y no se multiplicará.
El evangelizar provee de continuo elemento humano que se coloca en contacto con el evangelio y, de esa manera, la posibilidad de nuevas conversiones y de crecimiento numérico de la célula se incrementa.
No obstante, la maduración de la célula es solo una parte del panorama. El otro elemento importante es la multiplicación de los líderes. La multiplicación de las células depende de la multiplicación de los líderes. Si no hay nuevos líderes, no hay multiplicación. Por ese motivo, el evangelismo debe estar conectado con la Ruta del Líder y ésta con la formación de nuevos líderes. De esa manera, se establece un flujo que va de la conversión al liderazgo. Así, se multiplicarán tanto los líderes como las células.